Hace nada, publicamos un pequeño análisis de Tales of Xillia un juego que nos gusto mucho, hoy tengo la oportunidad de adentrarme en otro juego de la compañía Namco Bandai Games, soy algo novato en esta serie de Naruto, pero me apresuró a probar el último juego de Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm Revolution. Aunque nunca he jugado a ningún juego de Naruto antes, está claro que hay una clara impresión o inspiración en los sistemas de combates que está formada por los juegos de Dragon Ball Z. De los cuales tengo en mi colección.
Al más puro Baby Steps (anime de tenis, donde el protagonista asimila todo lo que ocurre y porque ocurre) me encuentro sujetando el mando, mientras pienso por experiencia propia, «sí tengo esto, podré hacer aquello». Después de un par de partidas y de ver que no soy muy bueno pensando y menos haciendo estrategias, comienzo a coger a poder manejar el juego a mi gusto.
No te voy a engañar, el esquema que tenemos detrás escondido en el manejo del mando es engañosamente simple. La configuración de los botones que vienen por estándar son bastante simple, tenemos: «atacar, bloquear, mover, saltar y el poder» pero la cantidad de variedad en la exhibición con estas pocas opciones de botones, nos sorprenden que con tan poco puedan ofrecernos una amplitud de opciones exponenciales. Al igual que muchos juegos de lucha, la variedad en gran medida la podemos ver en la lista de combos, pero está es demasiado grande, algo que era de esperar, pero esto no quita que cada uno de los personajes (y versiones modificadas de ellos) vengan con sus listas diferentes y con ataques únicos. Cada personaje tiene su propia personalidad y sus propios ataques, algo que hace crecer aún más al juego.
Al igual que las series animadas inspiran a muchos juegos de lucha, en Naruto vemos muchos modos donde poder jugar. Tenemos el modo Arcade, Online y el modo práctica. Pero eso era en Ninja Storm ahora en Ultimate Ninja Tournament los jugadores tendrán un gran mundo por explorar mientras que también participan en el torneo. No se ha dado muchos detalles sobre este asunto la verdad, pero la trama en este punto será espectacular y no solo será el jugar a peleas con Naruto y compañía.
Una de las cosas que más me gusto de este juego es la gran variedad de personajes que tenemos para escoger, está franquicia nos ofrece todo tipo de personalidades que hemos visto en la serie de animación Naruto Shippuden. Para aquellos que todavía no conozcan está serie, la gran mayoría tiene habilidades al más puro «Ninja» con una pequeña fusión de fantasía del mundo japonés. Por poneros un ejemplo, el Ninja de la arena, Kankuro tiene una habilidad bastante curiosa, es un hombre que puede manejar a su voluntad un muñeco a tamaño real en el combate, todo a través de los «hilos de chakra», estás marionetas le sirven tanto para el ataque como para la defensa y si no fuera bastante puede controlar a la persona con la que se está enfrentando. Esto no quita que Kankuro tenga que estar quieto, al contrario el puede moverse libremente a través de la pantalla, el puede atacar con la marioneta a su oponente y a la vez estar en la otra punta de la pantalla. Cada uno tiene una habilidad única, si eres fan, no tengo que explicarte mucho más, pero si no lo eres, este juego te va a sorprender.
Para los fans de la serie, tendrán un juego adictivo e impresionante en sus manos, ya que nos encontramos con un gran título de Naruto Shippuden, mientras que si no eres muy fan o nunca vistes la serie, te recomiendo que te veas un poco la serie antes de comprarlo, porque quizás por no decirte seguro te perderás en este titulo. Puedes mirarte simplemente las películas que hay sobre la serie y después comprarlo. Aún así este título ofrece mucha guerra y la verdad es que tengo muchas ganas de tener este juego en mi casa y poder echarme horas y horas jugando con Naruto y todos sus personajes.
Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm Revolution está desarrollado por CyberConnect2 y publicado por Bandai Namco Games. Será lanzado el próximo 12 de Septiembre para PlayStation 3 y Xbox 360.
